PECADOS DEL MERCADEO COLOMBIANO

Imagen de Carlos Fernando Villa
Sáb, 02/14/2015 

Carlos Fernando Villa

Desde la aparición del famoso libro de Kevin Clancy y Robert Shulman sobre los mitos del mercadeo a finales del siglo pasado (1994), muchos son los analistas y consultores que han analizado los que se han considerado como los pecados mortales del marketing, de los cuales hay ocho que deben ser considerados por quienes tienen a cargo la orientación organizacional para generar y mantener los clientes o mercados.

• Creer que todos los sueños son posibles (mercadeo egocéntrico). Pecado más común de lo que se cree, pensando que lo que se ofrece es lo máximo y que no hay más ni mejores alternativas. Nada de malo tiene soñar, pero en mercadeo hay que ser realistas y saber que no se puede ser todo para todos y que los clientes necesitan y quieren decidir libremente para lograr los máximos niveles de satisfacción. Hay que entender que no existe perfección posible.

• Pensar que el mercadeo se necesita sólo cuando se está en dificultades. Algo común, pero muy preocupante. El proceso de mercadeo es constante y continuo, aunque variable en su enfoque según las circunstancias y su accionar no se puede interrumpir. Reiteramos lo que afirmó con tanta insistencia el gurú Peter Drucker, que toda organización, independiente de su naturaleza, tiene como función principal el marketing y la innovación, lo cual reafirmó Levitt años más tarde al decir que el mercadeo tiene que estar innovando constantemente.

• Hacer lo mismo de siempre y/o lo de los demás. Es este uno de los pecados, como para corroborar el anterior, que se comete con demasiada frecuencia sobre todo en nuestro medio. La resistencia al cambio, y la miopía (hoy, desafortunadamente, ceguera), conducen a que como se insiste con lo mismo, se logra y logrará, lo mismo o menos, pues cuando los mercados sí cambian, quienes no lo hacen, pierden.

• Ausencia de mercadeo enfocándose en atributos nada más. Igualmente, bastante común, pues no pocos siguen convencidos de que lo más importante son los productos y/o las ventas y/o las cifras, aunque dicen que la razón de ser son los clientes. Nada se logrará, en ninguna actividad, si el mercado no se forma y mantiene; y hoy, hay que hacerlo de manera organizada, es decir, implementando procesos continuos que siguen una logística mercadológica adecuada y bien adaptada al medio.

• Errores en la planeación (más que todo grupo objetivo equivocado). Los continuos y numerosos errores en este proceso parten, básicamente, de la ausencia de análisis, complementado con la miopía y los sueños, que llevan a elaborar planes de mercadeo que no son ni posibles ni entendibles. Además, el exceso de análisis, tratando de eliminar los riesgos, lo cual es imposible, es fatal.

• Locuras de mercadeo. Muy frecuentemente se ve cómo muchos caen en prácticas que antes que ser de mercadeo son de antimercadeo, por lo absurdas y hasta ridículas, muchas de alto costo, que no dicen nada o desdicen de lo que se quiere.

• No uso, o mal uso, de tecnología. Es otro de las más frecuentes, para lo cual muchos aducen la velocidad de la evolución tecnológica. Los últimos estudios demuestran que el mercadeo digital, por ejemplo, tiene que ser considerado e implementando.

• Desconocimiento financiero. Es casi que generalizado que los de mercadeo no conocen lo suficiente de finanzas, y se ha llegado inclusive hasta la generación de barreras entre ambas áreas. Es no solamente de utilidad sino, diríamos, obligatorio, conocer de finanzas, como ellos de mercadeo. Cada vez es más necesaria la interactividad, y en todo.

Hay que hacer “examen de conciencia” para evitar cometer tantos pecados.

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Mina la Puchis Cauca

Hace mucho tiempo no escribía en un blog por las diferentes actividades en pro de descubrir la verdad de como suceden las cosas. En esa tarea me encontré algo que para muchos no podría ser y es lo que llamaremos la Minería Social.

Mucho se ha hablado de este tema, algunas cosas buenas, otras no, pero hoy quiero hablar de esas cosas buenas que pasan en Colombia y que es necesario mostrar, para que los extranjeros conozcan que en Colombia hay gente pujante, gente con sentido social que no sólo buscan progresar ellos sino todos los que tienen que ver con su negocio.

En este recorrido llegué al norte del Cauca, plena zona de minas y de oro, ese hermoso material que un día entregamos por espejos a nuestros colonizadores, y es que al adorar el astro sol como dios, no había nada más hermoso que ver este astro maravilloso reflejándose en el oro. Llevaba un pensamiento negativo por los malos y amañados comentarios acerca del apetito voraz que supuestamente tienen algunos mineros en la región, tal vez así es, pero no en esta parte del Cauca. Desde lejos se alcanza a ver una estructura gigantesca, llena colores amarrillos, verdes, rojos que hacen buen contraste con el color de la naturaleza. Al acercarme pude ver el nombre de la mina, mina La Puchis, suena tierno, así hay veces me llama la mujer que amo, Puchis, sin quererlo y tal vez recordando a la mujer amada que me permitió entrar a lo más profundo de su corazón, como los mineros de este lugar se introducen a las profundidades de la madre tierra, me enamoré de este sitio.

Y es que al llegar la gente del lugar lo recibe a uno como una familia, luego entendería porque. Y es que sus dueños y administradores así lo han enseñado, a tratarse como una familia. El ruido, el murmullo de la gente y ese calor humano que solo lo tienen el Colombiano y máxime el colombiano negro, ese negro que se enoja cuando le dicen afrodescendiente, ese negro que ríe a carcajadas y que echa su cabeza hacia atrás como buscando más risotadas, iluminándonos a todos con su carisma y sus hermosos dientes blancos. Me sentí cómodo, tranquilo y se me contagió esa felicidad del negro de la región.

La Puchis, la mina perteneciente a la empresa o mejor como ellos le llaman, La Familia Giraldo y Duque, es una mina que según sus empleados y habitantes de la región, ha traído progreso, capacitación, tecnificación, gestión social y el cuidado con el medio ambiente.

Mi mente investigativa no podía creer lo que escuchaba y mientras caminaba en el pueblito de Buenos Aires Cauca pregunte a varios de sus habitantes si era cierto lo que había escuchado en la mina. Para mi grata sorpresa me encontré con que la gente se siente agradecida por el progreso que ha traído en la región en generación de empleo, capacitación a los mineros artesanales y el apoyo de la empresa privada a sus habitantes.

La realidad me sorprendió, así que decidí buscar a uno de sus líderes y partí hacía la ciudad de Cali a entrevistarme con el doctor Alexander Duque Builes, claro que él prefiere que le digan Alexander, así a secas, con un tono amable, una sonrisa sincera y con muchas historias que contar, las cuales les compartiré en mi siguiente blog.

Cóndor de lo Andes

Escribame a: condordelosandescolombia@gmail.com

Fuente: http://condordecolombia.blogspot.com/2015/02/mina-la-puchis-cauca.html